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Verónica_Di_Toro_Serie_Simetrías_Nº2_200

ARTISTAS

VERÓNICA DI TORO

1974, Buenos Aires, Argentina

Verónica Di Toro_Serie Cuadrículas_Nº3_2

VERÓNICA DI TORO

OBRA

cuadriculas

CUADRÍCULAS

Di Toro crea grandes series, explorando las posibilidades plásticas de la forma y el color, a través de una abstracción poderosa e incuestionablemente ceñida a la bidimensionalidad. Rigurosamente pautada por la geometría, su pintura es a la vez vibrante, sistémica y purista. Las líneas que se cruzan, se quiebran o disponen en forma paralela van generando planos y creando módulos que dividen la superficie. Con estos pocos elementos, Di Toro elabora una lógica precisa que podrá recombinar en nuevas pinturas, con solo introducir mínimas alteraciones. De este modo da origen a un sistema en el que cada elemento está íntimamente ligado con los demás: cada color, cada forma, cada distribución en el plano, preanuncia a los demás. Analítica y altamente codificada, la geometría abstracta de Di Toro se presenta como el corolario de un pensamiento sistémico, pero nunca previsible.


Maria Eugenia Spinelli
 

PUERTAS

Puertas

Cada pintura de Di Toro es una especie de “signo abstracto” que opera en el espectador en un nivel inconsciente, apartada de los patrones del habla y la escritura. Estas unidades pictóricas se relacionan con otras por medio de módulos, formando conjuntos, y es en este diálogo donde se desarrolla un territorio cromático que es percibido física y emocionalmente, debido a los grandes formatos en los que elige pintar. Asimismo, al mirar a corta distancia, sus trabajos recompensan con la sutil precisión de los detalles. En contraposición con el dinamismo de su producción, sus pinturas incitan a reducir la velocidad para dar lugar a una experiencia de placer.
 
 
Gabriela Boer, 2015

 

SIMETRÍAS

simetrias

La pintura de Verónica Di Toro podría desarrollarse en la intersección exacta entre una poética abstracta de cuño racionalista, un interés por los efectos distorsivos propios del op art y el tipo de solución formal seriada típica del minimalismo americano. En sus distintos trabajos, Di Toro combina herramientas pertenecientes a estos universos, con el deseo de retomar sus enseñanzas formales y extraer de ellas nuevas consecuencias prácticas.

(...)

En la serie Simetrías las líneas apaisadas, de distinto grueso, generan juegos de perspectiva al formar una esquina hacia el centro del plano. En esta serie aparece un elemento nuevo, que muestra el empleo específico que hace Di Toro de los instrumentos formales de la tradición abstracta. El efecto de la imagen sobre la mirada incorpora la posición del observador frente a los cuadros, señalando en el quiebre de las líneas el centro del campo visual del espectador. En los trabajos más recientes, dos ejes de simetría convergen en una cruz central y los vértices forman una línea de puntos en la percepción, que fuga del centro a los bordes. El cruce de líneas se convierte en un centro dinámico (que no coincide necesariamente con el centro topológico de la imagen) hacia el que fluye todo el movimiento. De este modo, dos ejes convergen, uno literal marcado por los campos de color que se cruzan, y otro perceptivo, determinado por la proyección de los vértices, en lo que parece un movimiento sin fin de ondas de color rectangulares. Pero la construcción de estas piezas incorpora también la rotación de la imagen con respecto al sentido vertical del observador como un factor clave de distorsión óptica: todo el esqueleto ortogonal de la imagen gira, a la manera de la estructura de algunas composiciones suprematistas, como movida por una fuerza centrífuga independiente de la gravedad. De este modo, el juego geométrico que en los primeros trabajos tenía lugar entre las figuras en el plano, en los últimos se proyecta hacia el espectador, encarnado en un sistema más complejo que involucra tanto la elaboración perceptual de la imagen como el punto de vista corporal del observador situado frente a ella.

Claudio Iglesias, 2010
 

RÍTMICAS

ritmicas

La obra de Verónica Di Toro es un excelente ejemplo de la tradición de las vanguardias europeas que tanto eco hizo en Argentina, donde la abstracción geométrica tuvo y tiene aún actualmente una fuerte presencia en la producción artística. 

La práctica rigurosa que implica este tipo de obras, la pureza de las formas, las investigaciones cromáticas; la decisión de afrontar “la búsqueda” más allá de los referentes ajenos al mundo de la pintura y la inserción en ese espacio abstracto en sí mismo involucra absolutamente a los artistas como Verónica, que han tomado la decisión de trabajar en y desde esa posición, adentrándose en el mundo del arte a partir de sus elementos básicos y fundacionales. 

A su vez, este tipo de obras en la actualidad proponen detenernos en la defensa del oficio, la tradición y la práctica concreta del arte a partir de un formato tan noble y estable como la pintura. Desarrollando un pensamiento reflexivo sobre la forma y el color en las diversas variables que el artista propone a través de su transitar por este lenguaje que representa al hombre desde sus gestos más primitivos. 

Di Toro para reforzar las posibilidades de la abstracción geométrica en el presente la lleva fuera del marco, instalándola en el espacio, generando planos y cortes de color que transformar la arquitectura en un lugar dinámico mas allá de sus posibilidades funcionales de circulación. Estando estáticos frente a una obra de Di Toro percibimos la vibración del color, algo se mueve desde el ojo e invade el cerebro, desestabilizando nuestra quietud sin movernos. Esta vibración es vital, es contemplación y pensamiento. 

Marcela López Sastre, 2013

Verónica Di Toro_Serie Cuadrículas_Nº3_2
Exhibiciones

VERÓNICA DI TORO

EXHIBICIONES

 

18.10.18 - 22.11.18

Piedra y Consciencia. Verónica Di Toro

Texto: Lara Marmor

I. En el prefacio de la edición japonesa de El arte del color, el pintor Johannes Itten escribió: “Para llegar a ser un maestro del color, es indispensable estudiarlos y asimilar a cada uno siendo consciente al mismo tiempo de las infinitas combinaciones que existen entre todos”.


Durante casi cuarenta años, primero en Viena, luego en la Bauhaus de Weimar y en otras escuelas de Alemania y Suiza Itten se dedicó a desarrollar su teoría del color. Pintaba, investigaba y compartía sus elucubraciones artísticas (y también espirituales) con sus alumnos, entre quienes estuvieron por ejemplo Klee y Kandisnky.


Itten desde siempre estuvo comprometido con la experimentación, con la enseñanza y con la producción artística, entendidas las dos últimas muy probablemente como una misma práctica. Dos objetivos guiaron su trabajo: conocer las leyes de la forma y liberar las potencialidades expresivas de sus estudiantes. Todo a partir del color.


II. Mientras preparaba los contenidos de una materia que dictaría en una escuela de enseñanza artística, Verónica Di Toro repasaba las ideas del místico Otto Runge, de Wilhelm Oswald o la teoría sobre la interacción del color de Josef Albers. Así fue como comenzó a hacer unas cuadrículas en
papel con los contrastes de Itten.


Existen momentos que nos llevan a valiosos hallazgos y re-descubrimientos. Además de decidir los diferentes métodos que ayudarían a los estudiantes a hacer uso y pensar en términos del color, fue en este instante que, cansada del juego de encastres y líneas de su serie anterior (Puertas, 2015), Di Toro decidió abandonar la investigación de la forma determinada por la línea negra y concentrarse en el color.


Itten determinó que los contrastes eran siete: contraste del color en sí mismo, de claro-oscuro, de cálido-frío, de complementarios, contraste simultáneo, cuantitativo y cualitativo. Describir a cada grupo resultaría aburridísimo, solo los presento porque me resulta fascinante que alguien se haya tomado el trabajo de agruparlos, y sobre todo porque al ver la nueva serie de obras de Di Toro confirmo que la lógica del sistema funciona... aunque ¡ojo!... al momento de pintar la artista elige guiarse por la intuición (intuición adiestrada tras años de ejercicios sobre el tema) y olvida el rigor de todas, absolutamente todas las teorías del color.


La obra de la artista no obedece a ningún imperativo relacionado a los programas de las vanguardias concretas con las que se tiende a relacionar su trabajo. Verónica Di Toro recoge aspectos de esta tradición, también del op art, del minimalismo y juega. Satisface una demanda interna donde el color funciona como vehículo de exploración, el color es capricho. Es la piedra que ancla, es el elemento que combinado de todas las formas la arrima, nos arrima a la orilla del infinito.

Lara Marmor

Verónica Di Toro_Serie Cuadrículas_Nº3_2
Bio

VERÓNICA DI TORO

BIO

 

Verónica Di Toro (Buenos Aires, Argentina, 1974)


Verónica Di Toro desarrolla su obra en el marco de la abstracción geométrica de bordes duros. Su interés se centra en las exploraciones sobre el color. A través de sus pinturas busca que este sea el vehículo que atrape y transporte la mirada del espectador y lo conecte emocionalmente con las diferentes situaciones cromáticas. Su producción se divide en pequeñas pinturas y de gran formato. Según Di Toro, las telas grandes imponen con su presencia otras sensaciones, involucran su cuerpo de otra manera mientras pinta y el cuerpo del observador mientras las mira. El trabajo en serie le permite profundizar en una misma estructura. Muchas veces son diseños combinables entre sí, que juntos forman una totalidad resignificando las pinturas como módulos.


Con respecto a su formación, estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y realizó el Profesorado en Pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Durante cuatro años asistió al taller de Sergio Bazán. 


Realizó numerosas muestras individuales en renombradas instituciones: Piedra y Consciencia  (Galería Gachi Prieto, 2018), y Modular (Centro Cultural Borges, 2018),  Presente Continuo (Museo de Arte Contemporáneo de Salta, 2015), Rítmica del Tiempo (Galería Schlifka Molina, 2014), Fuerza y Forma (Centro Cultural San Martín, 2013), Lo que Persiste (Museo Provincial de Bellas Artes Galisteo de Santa Fe, 2011) y Bonito Tándem (Galería Sendrós, 2012).


Del mismo modo, entre las muestras colectivas se destacan: Amigxs, el futuro es nuestro. PintorAs, 10 años (Usina del Arte, 2019); Vértigo, geometría e inestabilidad. (MACBA, 2019);; Latinoamérica: volver al futuro  (MACBA, 2018); Museo Tomado (Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo, Santa Fe, 2018); Adquisiciones 2015/2016 (Museo de Arte Contemporáneo de Salta, 2017); Diagonal Sur. Arte argentino hoy (Centro Cultural Borges, 2016); Global Exchange, astrazione geométrica dal 1950 (MACRO, Roma, Italia, 2014); PintorAs (Galería Magda Bellotti, Madrid, España, 2013); Geometría: desvíos y desmesuras en (Fundación OSDE, 2013); Geométricos Hoy (Museo Caraffa, Córdoba, Argentina, 2012); PintorAs  (Masion Argentine Citè Universitaire, París, Francia, 2012); Últimas Tendencias II (Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, 2012) y RAM (Fundación Proa, 2010).


En cuanto a premios y concursos recibió en el 2019 el 1º Premio Adquisición, XLVII Salón Nacional de Artes Visuales (MUMBAT, Tandil), el Premio Mención del 105º Salón Nacional de Artes Visuales (Palais de Glace, 2016), Mención Honorífica de Jurado en Salón Nacional de Pintura (Fundación Banco Nación, 2012) y Mención Honorífica del Jurado en el Salón Nacional de Rosario (Museo Castagnino, 2008). 


Su obra forma parte de las siguientes colecciones: Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, Banco Central de la República Argentina, Museo de Bellas Artes - Museo de Arte Contemporáneo de Bahía Blanca, Museo Municipal de Bellas Artes Urbano Poggi de Rafaela, Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Santa Fe, Honorable Legislatura de Tucumán y Museo de Arte Contemporáneo de Salta.

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