La muestra del programa PAC foto 2017 reúne una selección de obra de los fotógrafos participantes que ha sido curada por el equipo docente; Ariel Authier, Bruno Dubner y Rosana Shoejttet. La tangencia principal sobre la que pivotea la muestra es la investigación de la que es fruto. Porque ese punctum soporta el peso de articular la experiencia de los artistas con el recorrido de enseñanza aprendizaje que se sostuvo durante varios meses. De obra en obra, de artista en artista, cada una con su particular soporte y disposición, cada uno con su idea de la imagen fotográfica, la propuesta es coral y dialógica.

En el espacio de trabajo inaugurado por PAC foto cada uno de los participantes se presentó como “estando” tras algo que no tenía a mano, algo acerca de su propio proyecto fotográfico, que aun en el deseo se le escapaba …¿pero qué es esa “cosa” que le falta a la obra, a la idea, al trabajo? ¿Puede descubrirse o encontrarse en el diálogo con docentes y entre pares? Eso que se tiene pero que aun así falta, aquello que se persigue en la investigación es siempre un movimiento, un desplazamiento, el gesto imperfecto.

Alejandra González, Estrella Herrera, Facundo Pires, Gigo Lawsky, Juane Odriozola, Luciana Berneri, Luisiana Anderson, Martín del Pozo, Martín Volman, Pilar Villasegura, Sofía López Mañan y Triana Leborans exhiben aquí un recorte de su obra que es indicio, señal, gesto y producto  del recorrido personalísimo de su investigación. Lo que vemos -en su diversidad material y con nombre propio- es, para los curadores, la obra que de cada artista ha llegado al meollo de las cuestiones que circularon en su investigación personal.

Decía, más arriba, que se trata de una muestra dialógica y la conversación de la que somos testigos se sostiene sobre algunos ejes compartidos: la propia materialidad de la imagen fotográfica -su grano, los múltiples soportes, la luz y el tiempo- y la narrativa de cada autor. Destaco de esos relatos algo que creo comparten; la tensión  entre la materia, lo viviente y lo psicosocial -es decir; lo colectivo y lo cultural-. El espacio y el tiempo, los ambientes internos y exteriores (cóncavos y convexos), sus objetos, quienes lo habitan y la agencia de la técnica son dimensiones del ser que se presentifican en la obra de estos fotógrafos. En el recorrido de las fotografías seleccionadas para la muestra, mi reflexión sobre lo que veo abreva en dos teóricos cuyas ideas son tangente también para mis propios gestos imperfectos: Gilbert Simondon y Barthes. El primero con sus palabras sobre la técnica como detonador heurístico en tanto permite que el pensar vaya más allá de aquello otro que le dio origen. El segundo, recupera en el contexto de esta muestra el hermoso concepto de sapientia: “ningún poder, un poco de prudente saber y el máximo posible de sabor”.

Daniela Gutierrez