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ARTISTAS

LORENA MARCHETTI

1976, Buenos Aires, Argentina

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LORENA MARCHETTI

OBRA

ASÍ HABITO HOY

Asi habito

Habitar 

La arquitectura moldea nuestra experiencia, nuestra forma de asimilar y palpar el entorno  construido. A modo de un gran archivo visual, Habitar, interroga sobre los modos actuales de habitar los espacios articulando un corpus de fotografías con objetos concretos de la práctica arquitectónica. 
Frentes de fachadas con sutiles detalles conviven con una selección arbitraria y amorosa de objetos que los seres humanos, cuidan y atesoran de manera espacial. Huella de lo cotidiano, de lo doméstico. 
Tomando estas escenografías como piezas arquitectónica, Lorena Marchetti indaga sobre 
los modos en que habitamos hoy.

 

CHROMA KEY

Chroma

ChromaKey


Las obras plantean un escenario de relaciones entre el hombre y los espacios que habita y lo contienen. Escenarios despojados, vistas panorámicas y arquitectura en altura. Paisajes que se arman y se desarman. Se recompone y se edita para volverse a armar. Se redefine; como artículo de exposición, como dato para el estudio, como objetivo de vigilancia. Contemplación de una arqueogeografía cuya naturaleza es expuesta a un espacio vacío. 
La presencia humana, casi inexistente, se deja intuir sólo por el uniforme de un trabajador, un objeto o un dispositivo de control.
¿Narrar una microhistoria que hable de la condición humana? ¿Componer o desmenuzar pantones como si fuesen la naturaleza muerta del siglo XXI? 
Un hombre viaja tres horas de ida y tres horas de vuelta a su trabajo, cuida una terraza con pasto sintético a la que nadie sube. Camina de un lado al otro en silencio. El sol le raja la frente durante ocho horas. Es el octavo piso del Museo de Arte Contemporáneo de Sao Paulo, una de las mejores vistas de la megalópolis.
Iconografía de datos del paisaje urbano

 

PERIFERIAS

Periferias

Periferias

Desde el 2011 Lorena Marchetti trabaja en series que registran una suerte de periferias y paisajes Latinoamericanos. Aunque siempre se dedicó al registro de espacios urbanos y ciudades, estos paisajes traen la novedad del punto de vista geográfico en altura y la elección tan particular de su paleta cromática. Todo se expande y se extiende en altura; a vuelo de pájaro; como los pintores viajeros o el turista incidental. 

En su serie Periferias observamos distintas fotografías tomadas en la ciudad de Lima, Perú. Según la artista, dicha metrópolis es “una ciudad increíble y de altos contrastes en todo sentido. Extremos de belleza y caos. Costa y sierra. Verdes y rocas desérticas costeras. Niebla. Límites difusos. Contrastes sociales. Su caos demográfico, organizativo urbano y disonancias se expanden hacia las rocas desérticas de la periferia, generando así nuevas situaciones cotidianas urbanas y neo paisajes que invitan a nuevas reflexiones. Los barrios populares o nuevos, que al mejor estilo de corales conforman un arrecife, surgidos de la nada, se convierten en epicentros y asentamientos informales que van conformando el mosaico de la ciudad creando paisajes muy propios. De paleta cromática arenosa, rocosa y de contrastada gama, hacen de Lima una ciudad muy particular”.

Verónica Sanchis, 2013
 

MICRORELIEVES

Micro relieves

Un amador da pintura
 
Tal vez cuando José Pancetti pintaba la costa pensaba en fotografías. Sus trabajos, como ningunos otros, vuelven los aspectos imperceptibles de las playas en delicadas pinceladas. La superposición de las diferentes calidades de arena, el agua clara con una franja espumosa, el sol, la luz que modifica momento a momento cada uno de esos elementos.
Aunque en los oleos de Pancetti está completamente ausente la masa humana y las construcciones superpuestas, se parecen mucho a las pinturas de Lorena. Tal vez las miles de sutilezas de Pancetti sean reflejos de vidrios en Lorena. Tal vez sea más preciso hablar de pintura que de fotografía. Tal vez no sea necesario hablar de fotografía. Tal vez la fotografía no existe.
Lorena relata sus aventuras como una pintora viajera que escala terrazas de hoteles en busca del mejor punto de vista para sus paisajes.
¿Qué más próximo a esas palmeras de ipanema que la frondosa copa del recién llegado a Brasil Antonio Parreiras?
Pero luego, pinta sobre los restos de esos paisajes, pedazos de esas construcciones que en sus cuadros son bloques inamovibles.
El último romance. Porque después del terremoto hay que seguir pintando.
Santiago Villanueva 
Octubre 2012

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Exhibiciones

LORENA MARCHETTI

EXHIBICIONES

 

1.9.17 - 30.9.17

Vértigo. Lorena Marchetti

Curador: Javier Villa

En 1898 Oscar Wilde se despacha contra la naturaleza y a favor de la mentira. The Decay of Lying es, sobre todo, una argumentación sobre cómo la vida imita al arte. Actualmente estamos en una era anti-mimética (¿o de mímesis invertida?): nadie dudaría que las imágenes diseñan formas de vida. Incluso varias vidas parecen anclarse en un pantone específico; una emocionalidad catalogada por cierto filtro del iphone. La vida se transformó en un enorme chroma-key sobre el cual sobreimprimir nuestra ficción cotidiana (aunque ya nada se imprima). Y la ciudad, para aquellos que somos cosmopolitas, en su compleja escenografía.

--- No es un problema que no exista distancia entre ficción y realidad. Cuando mi hija me pregunta si existen los unicornios, le contesto que sí porque puede imaginarlos, describirlos o dibujarlos; como también le digo que es cierto que cada vez hay más personas durmiendo en la calle porque puede verlos. La ficción solía ser un terreno de las artes, hoy en día pareciera ser un terreno dominado por la política. El problema no es haber perdido el área de especificidad de nuestra disciplina, sino desentenderse de la potencia que puede provocar la fusión entre ficción y realidad; una fusión que permitiría, más que nunca, pensar cómo desde el arte se puede hacer algo para cambiar el curso de la narrativa general. Para los que hacen arte con fotografía la situación es aún más desafiante. Van a batallar en el centro de un ring plagado de redes sociales y aplicaciones, de medios masivos, sus satélites y sus drones, de juegos de verosimilitud y de manipulación de los  documentos ¿En qué se ancla un fotógrafo si ya no hay una masa consistente de realidad, sino una masa hacinada de ficciones? ¿Intentar apelar a un estado emocional compartido por algunos? ¿Narrar una microhistoria que hable de la condición humana? ¿Componer o desmenuzar pantones como si fuesen la naturaleza muerta del siglo XXI? ---

Un tipo viaja tres horas de ida y tres horas de vuelta a su trabajo, cuida una terraza con pasto sintético a la que nadie sube. Camina de un lado al otro en silencio. El sol le raja la frente durante ocho horas. Es el octavo piso del Museo de Arte Contemporáneo de Sao Paulo, una de las mejores vistas de la megalopolis.

En la época en la cual construye la Casa de Vidrio -mitad del siglo XX- Lina Bo Bardi dirá: “Hasta que el hombre no entra en el edificio, no sube los escalones, no posee el espacio en una ‘aventura humana’ que se desarrolla en el tiempo, la arquitectura no existe, es frío esquema no humanizado. El hombre crea con su movimiento, con sus sentimientos”. ¿Se podría decir algo similar, en la actualidad, sobre la fotografía? ¿Cómo pensar una aventura humana desde una imagen fija que se ha vuelto un lenguaje cotidiano? ¿Cómo expandir a la fotografía en el tiempo y en el espacio, que la imagen provoque movimiento o una sensación física? Estamos acostumbrados a mirar imágenes en pantallas, proyectar una imagen fija tendría entonces más sentido que imprimirla. Una imagen fija que proyectada puede ganar en tamaño, que pueda envolver o convertirse en un chroma-keypara que uno proyecte su propia película. En el centro de un espacio vacío esa imagen podría expandir su capacidad de provocar los sentidos: se podría entrar a la imagen no sólo desde el sentido visual, sino también desde el sentido espacial, el sentido de la gravedad o el auditivo, el sentir a la ciudad que respira a nuestra espalda o la cercanía de los cuerpos que no estamos viendo ---esa imagen vibra cuando pasa un colectivo por la calle de la galería o se mueve lentamente por el aire que mueve un cuerpo que pasa por su costado---. Buscar un cuerpo que siente como siente un trabajador en una terraza, como siente una terraza a la ciudad, como siente la imagen al movimiento. Una imagen que ya no es fija.

En 1990 W.G. Sebald escribió Vértigo. Maestro en la producción de verosimilitud. Se adelantó unos años a la era de ficciones relatada por el arte contemporáneo a partir del archivo o el documento; realismo de bienal que estalló junto a la era digital y la manipulación de imágenes (Sebald se adelantó también a esto --- son dos caras de la misma moneda). Su chromano era verde o azul, sino blanco. Pero aún podía hacerte sentir que lo que estaba narrando con palabras había ocurrido gracias a la inclusión de fotografías.  La falta de brecha entre ficción y realidad puede hoy dar vértigo, y tal vez sea la imagen fotográfica el medio más capacitado para provocar esa sensación física. El vértigo puede ser una simple sensación subjetiva, una ficción o un trastorno, pero lo cierto es que sentimos -físicamente- como las cosas empiezan a moverse. Parafraseando a Bo Bardi, aquello que rodea al hombre comienza a existir.

BIO
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LORENA MARCHETTI

BIO

 

LORENA MARCHETTI  (Buenos Aires, Argentina, 1976) 
Mediante su producción fotográfica Lorena Marchetti reflexiona acerca de la relación entre el hombre y los espacios que habita. A través de su lente escenas del reino actual, vistas panorámicas y arquitecturas en altura se tornan retratos paradójicos de ciudades superpobladas. Del mismo modo, en todas sus series la paleta cromática juega un papel protagónico. Junto a la saturación y exageración de sus colores la artista logra una estrecha relación con la pintura superando así los límites del registro fotográfico documental. Marchetti encuentra en “lo cotidiano” un portador de gran riqueza cultural, y es a través de sus obras que nos invitan a pensar el vínculo entre espacio, contexto y cultural.

Lorena se formó como Diseñadora Gráfica en la Universidad de Buenos Aires. Realizó clínicas de arte con Gabriel Valansi, Diana Aisenberg, Marta Zátonyi y Eduardo Stupía, entre otros. En el 2013 fue seleccionada para participar del Programa anual para artistas Proyecto PAC de la Galería Gachi Prieto. 

Ha participado en numerosas exhibiciones nacionales e internacionales entre las que se destacan: La Marca Original: arte argentino (Centro Cultural Kirchner, Buenos Aires, Argentina, 2019); Una comunidad imaginada (Casa Nacional del Bicentenario, Buenos Aires, Argentina, 2018); Desarticulaciones (#4 C.LAB Mercosul, Galería Blau Projects, San Pablo, Brasil, 2017); Vértigo (Galería Gachi Prieto, Buenos Aires, Argentina, 2017); Fiftyfity (50/50)... la Chimba! (PASTO Galería, Buenos Aires, Argentina, 2014) y Promesas sobre el bidet (Desborde Galería, Bogotá, Colombia, 2013).

En lo que respecta a premios y concursos, obtuvo el Tercer Premio en Fotografía del 104º Salón Nacional de Artes Visuales (Buenos Aires, Argentina, 2015) y fue Finalista del Premio ltaú Cultural a las Artes Visuales (Buenos Aires, Argentina, 2014 y 2012). 

Desde el 2015 integra el Colectivo Foto Féminas, plataforma que busca promover artistas mujeres que trabajan en América Latina y el Caribe. Durante el 2016 y el 2017 llevó a cabo la dirección de arte del ciclo Escenario Prestado, proyecto editorial de la Galería Gachi Prieto que articula artes visuales y literatura. En el 2017 se incorporó a FOCO, grupo de estudio de la fotografía contemporánea coordinado por Natalia Fortuny en el Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, en coordinación con el Grupo de Estudio sobre Arte, Cultura y Política dirigido por Ana Longoni. 

Vive y trabaja en Buenos Aires.
 

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